viernes, 22 de junio de 2012

Los aforismos castristas

Los aforismos castristas
Jueves, Junio 21, 2012 | Por Mario J. Viera

ENGLEWOOD, Florida, junio, www.cubanet.org -Los aforismos son frases
breves, relampagueantes y chispeantes que encierran el modo de sus
autores de ver un aspecto de la vida. En su brevedad se expresa la
genialidad. Un aforismo preciso, fulminante, se queda en la mente
colectiva como frase que de tanto uso se torna en trillada.

Muchos aforismos son sencillos apotegmas con un fuerte contenido moral,
ético y sapiencial. José Martí con su fina agudeza dejó para la
posteridad brillantes ejemplos de apotegmas enmarcados dentro de sus
brillantes crónicas periodísticas. Quién no ha repetido aquel apotegma
suyo que decía: "La patria es ara, no pedestal"; o este tan repetido y
conocido de "ser culto es la única manera de ser libres".

Acaso, ¿no es hermoso y elocuente el aforismo martiano con el que se
refirió a la América hispana? "Pueblo, y no pueblos, decimos de intento,
por no parecernos que no hay más que uno del Bravo a la Patagonia. Una
ha de ser, pues que lo es, América"

Una preciosa colección de aforismos se recoge en la Biblia dentro de los
libros sapienciales donde su autor o autores recogen los frutos de sus
experiencias para exponerlos con frases cortas como consejos, como
proverbios útiles para normar la vida. Y hermosos y profundos son los
aforismos del maestro cubano del sigo XIX José de la Luz y Caballero que
es raro el cubano que no recuerde o cite alguna que otra de esas
hermosas perlas de saber, como aquella sentencia suya de "la educación
empieza en la cuna y acaba en la tumba"; o aquella de que "instruir
puede cualquiera, educar sólo quien sea un evangelio vivo".

Ahora el dictador jubilado de Cuba le ha dado por pergeñar aforismos y,
hasta la fecha, le ha regalado al mundo una pequeña colección de seis
micro-reflexiones que han suscitado interrogantes y suspicacias en torno
al estado de su salud mental. No lo creo independiente de que en sus
aforismos no hay el brillo de la genialidad y se cargan de
trivialidades, ellos no representan, por sí solos, señales de su
decrepitud, aunque no deje de serlo.

En Fidel Castro prima el narcisismo, la creencia enfermiza de ser una
especie de oráculo, el portador de la verdad absoluta. No se resigna al
anonimato y se considera a sí mismo más brillante que José Martí y más
sapiencial que José de la Luz Caballero; de aquí su afán de hacer
publicar sus idioteces literarias.

Promocionado por la Casa de Altos Estudios Don Fernando Ortiz, se
publicó en La Habana (2001) una edición de los Aforismos del educador
José de la Luz Caballero; quizá Castro tuvo la oportunidad de leer esa
compilación y decidió ser el nuevo Luz Caballero; sin embargo no tuvo en
cuenta, quizá no conozca, el aforismo de Ralph Waldo Emerson, que muy
bien le cuadraría: "Emplea el lenguaje que quieras y nunca podrás
expresar sino lo que eres". Esto simplemente es lo que expresan los
mediocres aforismos castristas, lo que es él, lo que queda de él, su
petulancia. Es que como dijera Luz Caballero, "los aforismos no son para
las inteligencias vulgares".

Blog EL NUEVO FANTASMA (www.nuevofantasma.blogspot.com)

http://www.cubanet.org/opiniones/los-aforismos-castristas/

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