jueves, 21 de junio de 2012

La reflexión que Fidel debe escribir

Publicado el miércoles, 06.20.12

La reflexión que Fidel debe escribir
Oscar Peña

Considero que Fidel Castro debería escribir una sincera reflexión que no
trate de los problemas de otros países o del futuro del mundo como él
acostumbra, sino de la fea situación en que está Cuba después de más de
medio siglo bajo su dirección. El está en el epílogo de su vida, una
etapa natural donde el ser humano puede darse el lujo de sentirse
completamente libre de cualquier atadura para ser completamente franco.

Si reflexiona con valentía y honestidad y reconoce sus errores y
obstinaciones sería un acto generoso y –sobre todo– una decisiva
contribución a la nación cubana porque al hacerlo estaría autorizando en
vida a los otros compañeros de la dirección del país que están esperando
por su sepelio para hacer los cambios que Cuba requiere. Sería más
altruista y digno para Fidel Castro ser facilitador de la apertura
nacional vivo con una reflexión que con su muerte.

No desconozco que este es un pedido sumamente difícil porque no es fácil
encontrar un ser humano que quiera admitir sus errores. Todos tenemos
tendencia a justificarlos, pero insisto en el especial caso de Fidel
Castro porque él por más de 50 años ha hecho mucho ruido e impacto en la
vida de varias generaciones de cubanos al tener el control absoluto del
poder y convertirse en el máximo responsable del destino del país y de
cada ciudadano. A la fuerza no ha pasado inadvertido por la vida de
ningún cubano. Al punto que –todavía hoy– una confesión honesta suya
ayudaría a abrir algunas mentes paralizadas de la sociedad cubana.

Fidel Castro, si lo evaluamos matemáticamente sin analizar vías
utilizadas, métodos, acciones, ni resultados, es categóricamente un
triunfador individual en la vida. Ni de estudiante montó en autobús y
nunca tuvo que laborar, ni marcar tarjetas en un centro de trabajo. Con
solo 30 años supo hipnotizar a la mayoría del pueblo cubano vendiéndoles
sueños, protagonismos y prometiéndole el cielo; ha disfrutado las mieles
del poder hasta el día de hoy y ha rotulado su nombre en los libros de
historia. Como persona llegó a ser rey y morirá tranquilo en su cama. Es
campeón en la carrera de la vida.

La reflexión que le ruego a Fidel Castro no es sobre él, es sobre Cuba,
que aritméticamente la cuenta no la da como triunfadora. El sistema de
dirección centralizada que él copió no ha triunfado en ningún país y
tampoco en el nuestro. El tendrá que ser muy honesto para admitirlo pero
no dejará una sociedad superior a la anterior. Hoy se está observando
que es necesario volver para atrás a reconstruir toda aquella magnífica
red e infraestructura de negocios privados que hacían de Cuba un paraíso
tropical para vivir y que él destruyo con la intervención, apropiación y
cierre de todos esos negocios. En 1959 la prostitución femenina era
reducida y como en todos los países radicaba solo en algunas zonas
específicas; sin embargo, hoy la practican mujeres y hombres y se puede
ver en muchos lugares. El termómetro social de Cuba indica gravedad.
Jamás se vio en la historia de la capital del país a un ciudadano sin
camisa y hoy es una fea práctica generalizada porque las autoridades
solo han exigido silencio político. Ayer teníamos solo 4 o 5 prisiones
en el país y hoy tenemos más de 100. Ayer éramos un pueblo nacionalista
amante de nuestro suelo e historia y hoy Cuba se ha convertido en uno de
los pueblos más admiradoras de lo extranjero. Antes de 1959 era para los
cubanos de todos los niveles sociales un castigo tener que salir de Cuba
y hoy es penoso ver a nuestro valioso capital humano diseminado por todo
el mundo.

Adelanto que será muy difícil justificar más de medio siglo perdido por
el bloqueo interno y por gastar tantos recursos en atender problemas de
otros países y no los de Cuba, pero debe Fidel Castro en vida tener la
bondad de admitir el fracaso de sus expectativas. Hacerlo ayudara a la
nación porque será un electroshock nacional que serviría para entre
todos salir de la burocrática extrema izquierda y movernos al centro.

http://www.elnuevoherald.com/2012/06/20/1233662/oscar-pena-la-reflexion-que-fidel.html

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