miércoles, 20 de junio de 2012

Factores de cambio

Factores de cambio
Miércoles, Junio 20, 2012 | Por Martha Beatriz Roque Cabello

LA HABANA, Cuba, junio, www.cubanet.org -Hay quienes piensan que el
único escenario que va a permitir el cambio es la muerte "física" de
Fidel Castro, en consecuencia se han realizado muchos estudios para la
transición, pero la mayoría de ellos ya son obsoletos, porque realmente
la situación económica, social y política en el país involuciona con una
rapidez extraordinaria. Esta no es la Cuba de 2006, pero tampoco la de
2010, lo que implica que se puede producir el cambio, por un grupo de
factores, antes no considerados, incluso algunos de ellos dentro de los
propios miembros del régimen.

La mayoría de las personas apuestan a que las transformaciones ocurran
de una forma pacífica, pero habría que sopesar el desgaste social y
moral que vive el país en estos momentos. Incluso como el propio régimen
se irrespeta publicando las llamadas "Reflexiones del Comandante en
Jefe", que parecen más bien una burla a la persona del ex Presidente,
quizás no haya alguien –incluyendo a su propio hermano, que se atreva a
decirle, cuan ridículos son esos párrafos sin ton ni son que se publican.

Si se considera que dentro de las fuerzas represivas, hay algunos que
viven mejor que otros y que además –producto de que su trabajo es poco-
se les alimenta la "ideología" con toda esa mala historia del "enemigo
imperialista", los "mercenarios", "los terroristas", "los vende Patria",
etc.; que tienen algunos privilegios y buenos salarios, es difícil
pensar que alguien se rebele.

No obstante, en el escenario cubano actual existen varias posibilidades
de que grupos sociales o tendencias dentro de la sociedad se conviertan
en factores de cambio, se pueden considerar algunas hipótesis, entre
ellas, cabría preguntarse, por ejemplo: ¿Quiénes son los policías en la
capital? Los jóvenes del Servicio Militar, que juran cinco años porque
prefieren estar en la calle, antes de someterse al régimen de una
Unidad, pero que además esto les permite recibir un salario; personas
que traen de las provincias orientales y los ponen a vivir en albergues,
porque los capitalinos no quieren ser policías. De forma general los
del este del país tratan de casarse, para no tener que virar para el
"terruño" y poder halar a la familia hacia la vida en la ciudad.

En un agente del orden en estos momentos se conjugan varios elementos,
entre ellos: falta de profesionalidad, de educación y cultura y una
marcada tendencia a la corrupción por las necesidades que pasan a pesar
de que sus salarios están por encima de la media nacional. Estos hombres
de uniforme carecen de ideología, aunque se trate, por sus
correspondientes mandos, de darle una formación política, la mayoría
está vinculada a este trabajo por intereses personales momentáneos.

Hay una tendencia generalizada del pueblo, a pensar que la policía en la
calle -e incluso en las unidades- es más represiva que lo que le
indican, ya que abusa del poder, de forma discriminada, y tiene a su
favor los tribunales para apoyarla; esta es la causa por la que se hacen
muy comunes los delitos de: atentado, desacato y resistencia. Es inútil
quejarse de un mal trato de la policía, no pasa nada; pero si usted se
equivoca con cualquier agente, los años de prisión le caerán uno tras
otro. Esta es la forma en que el gobierno premia la fidelidad de este
cuerpo armado y los hace sentir intocables.

Pero lo que está creando el caos, es la desobediencia. A pesar de la
jerarquía gubernamental estar casi totalmente militarizada, la policía
no guarda las reglas que el régimen quiere mostrar al exterior, y
golpea, mutila, mata y no puede pasar nada. Y no es que se haga
referencia a ello por solo traer a colación algo mal hecho por la
dictadura, para poder mostrar problemas y hendiduras del sistema; es que
hay pruebas, y se han mostrado y documentado por la Red Cubana de
Comunicadores Comunitarios, diferentes casos a todo lo largo del país; y
no solo de disidentes (Orlando Zapata Tamayo, Juan Wilfredo Soto
García), pero de personas dentro de la sociedad civil.

También está el hecho de que cuando los disidentes –que salen a la
calle- son detenidos y conducidos a las Unidades de la Policía Nacional
Revolucionaria, pueden constatar las diferencias que existen entre los
policías y los oficiales de la Seguridad del Estado, ya que estos
últimos se consideran superiores.

Esta situación vista a distancia permite considerar que la policía tiene
dos líneas de mando: la primera el Estado y la segunda intereses
personales que se han ido enraizando y le van quitando fuerza al ucase
gubernamental. Por ahora la balanza está a favor de la dictadura, pero
en la medida en que crezcan las dificultades dentro del país, se
afectarán sus posibilidades de control.

Dentro de tantos escenarios posibles, ¿no podría la Policía Nacional
Revolucionaria convertirse en un factor de cambio?

http://www.cubanet.org/articulos/factores-de-cambio/

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