lunes, 11 de junio de 2012

Eran otros tiempos: Laura Pollán

Eran otros tiempos: Laura Pollán
[11-06-2012]
Angélica Mora

Acto de Repudio Laura Pollán, con su brazo en cabestrillo, lastimado en
un anterior ataque, se asoma a la puerta de su vivienda . Detrás otra
Reina Luisa Tamayo. Foto: cortesía de Angélica Mora.
(www.miscelaneasdecuba.net).- Lo he pensado mucho antes de escribir
estas líneas, porque me duelen cada una de sus letras. Desde hace algún
tiempo, estoy experimentando lo que siento como un tañido de campana que
suena a requiem con las Damas de Blanco.

El comején del régimen se adentró en su madera, que no pudo se carcomida
en los tiempos de su fundadora, Laura Pollán, quien dirigió al grupo por
más de ocho años.

Cambios en las delegaciones me dieron el primer timbrazo que algo no
estaba bien y me lo confirman hoy las increíbles declaraciones de halago
de su vocera actual Berta Soler, luego de su reunión de este jueves con
el cardenal Jaime Ortega.

Para endulzar el encuentro se decidió que asistiera Laura, la hija de la
fundadora Laura Pollán quien falleció en circunstancias extrañas el 14
de octubre del año pasado y fue enterrada ese mismo día, privando a la
oposición de rendirle un justo homenaje.
(Todavía me pregunto, ¿qué temió la Cúpula gobernante al ordenar una
rápida sepultura de la líder de las Damas de Blanco?)

Con este encuentro, pareciera que el máximo representante de la Iglesia
Católica en Cuba -todo condescendiente- le hubiera hecho un favor al
grupo, llenándolo de advertencias, luego de negarse tantas veces a
recibirlo en el pasado, en momentos críticos.

Hay que tener en cuenta que el Cardenal en su último viaje a Estados
Unidos mostró cual era su verdadera misión como emisario: A favor del
gobierno y no del pueblo cubano... y menos aún de una oposición,
perseguida diariamente por el régimen.

¿Se habló acaso, en la reunión del arzobispado, de las dos integrantes
presas: Niurka Luque y Sonia Garro?

No se puede claudicar con el enemigo y sus colaboradores, quienes sólo
quieren la destrucción del grupo y de toda la oposición de la Isla.

El régimen está desesperado porque su barco hace agua por todas partes y
necesita parches para calafatear lo que le queda.
El miedo de Raúl Castro y sus secuaces a bordo, son dos fundamentales:
La enfermedad de Hugo Chávez y las Damas de Blanco.

A estas últimas las quería neutralizar a como diera lugar, porque
estaban haciendo mucho ruido, dentro de la isla y en la esfera
internacional.

Hoy se puede decir que un temor ha quedado ya de lado y son las Damas de
Blanco.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=36222

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