martes, 12 de junio de 2012

El coche, la planta eléctrica y el paquete de ropa

El coche, la planta eléctrica y el paquete de ropa
Martes, Junio 12, 2012 | Por Tania Díaz Castro

LA HABANA, Cuba, junio, www.cubanet.org -Como si con la corrupción
reinante no fuese suficiente, el descontrol, la desidia y la
ineficiencia, hacen que recibir un paquete del extranjero a través de la
Aduana de La Habana sea más parecido a jugar la lotería que a lo que es,
esperar un paquete que supuestamente debe llegar sin problemas a su
destinatario. Ocurren allí cosas tan extrañas, que algunas son dignas de
ser convertidas en el guion de una película de suspenso o una comedia de
enredos.

Hace casi un año, el 26 de julio de 2011, a través de Sandy Envios, una
empresa de envio de paquetes de Miami, Florida, con tres meses de
anticipación una señora envió un coche de bebé a su hermana Yenisbel,
quien daría a luz una niña en octubre.

Pero tres meses no bastaron para que el coche llegara a tiempo. Por
mucho que Yenisbel lo reclamaba, en la Aduana de La Habana, siempre le
decían que no había llegado a Cuba, mientras que Sandy Envíos, en Miami,
decía lo contrario.

El bebé nació y transcurrieron los meses sin que tuviera coche. Todas
las gestiones para reclamar el desaparecido coche fueron inútiles, hasta
que finalmente la misma señora que lo había enviado de Estados Unidos,
la hermana de Yenisbel, viajó a Cuba en junio de este año y
personalmente, con el recibo de entrega de Sandy Envío, después de dos
días de trámites, pudo lograr que "apareciera" el coche.

El coche, había sido entregado a una persona en el pueblo habanero de
Regla, una joven que no lo necesitaba, no tenía ningún bebé, ni esperaba
paquete alguno del extranjero. Localizada al fin la receptora, tuvo la
gentileza de aclarar la situación y veinticuatro horas más tarde, el
coche finalmente llegó al reparto Antonio Guiteras, al este de La
Habana, para que la bebita de Yenisbel, ya con ocho meses de edad,
pudiera transportarse cómodamente.

Pero la historia es más complicada. Cuando le llevaron el coche a la
joven de Regla, le entregaron dos paquetes más. La muchacha,
sorprendida dijo que no los esperaba, pero la empleada de la Aduana le
dijo que como también estaban a su nombre, debía recibirlos.

Nerviosa, la joven reglana firmó todos los papeles y se marchó, rauda y
veloz, ayudada por dos amables aduaneros. Uno de los paquetes contenía
ropa de adulto y de niño y el otro, más pesado, contenía una planta
eléctrica para uso casero, de un valor de mil dólares.

Todos los mencionados en esta historia están finalmente felices. Pero,
me imagino que los que se quedaron sin la ropa y la planta eléctrica que
esperaban no estén tan contentos.

ENLACE:
http://sandyenvios.com/index.php?option=com_content&view=article&id=93&Itemid=61

http://www.cubanet.org/articulos/el-coche-la-planta-electrica-y-el-paquete-de-ropa/

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