jueves, 7 de junio de 2012

El bosque del embargo a Cuba

Publicado el jueves, 06.07.12

El bosque del embargo a Cuba
Oscar Peña

No es fácil dentro de un viejo bosque de robustos árboles de confusión
ver claridad. Un distinguido argentino residente de Miami me ha pedido
que le dé mi opinión sobre el embargo de Estados Unidos a Cuba, con el
cual él no está de acuerdo y le llama la atención que en mis demandas y
en las de la disidencia interna –como partes del pueblo cubano– no
aparece o sobresale la reclamación del levantamiento del mismo. Le
respondo. Y para no atropellar las porciones de claridad que yo he visto
de ese follaje ubiquémonos en la Cuba de estos más de 50 años donde en
este larguísimo proceso fidelista nunca se habló y todavía hoy el cubano
de la isla habla muy poco del embargo o "el bloqueo" norteamericano. A
nivel de pueblo nunca se le dio importancia por dos razones:

• La primera: por estar muchos años el gobierno cubano riéndose
públicamente del embargo norteamericano y planteando que Cuba gozaba de
la desinteresada y solidaria ayuda soviética y (ojo) porque a Cuba no le
hacía falta nada de Estados Unidos y se le pidió al pueblo que
consumiera productos nacionales, que en Cuba producíamos de todo. Es
cierto que Cuba tenía un mercado nacional pujante que empezó a destruir
el gobierno verde olivo con las primeras intervenciones y después
acabaron de enterrar con la confiscación general de todo en la llamada
"ofensiva revolucionaria" de 1968, de la que no escaparon ni los
clásicos carritos de vender fritas. Es por ello que solo un pequeño
grupo de incautos le achaca a Estados Unidos la culpa de los problemas
del país. No éramos una potencia mundial pero íbamos en acelerado
desarrollo. Datos de la ONU sobre la Cuba de 1958 nos situaban por
encima de países como Italia y España.

• La segunda: porque fue solo después de quedarse sin el padrino
soviético que la oficialidad cubana sacó del baúl el tema del embargo.
Inteligentemente los jefes de Cuba, para aparentar ser más víctimas, le
denominan bloqueo, pero ¿cómo explicar a la población cubana que el
boniato, la papa, la malanga, la calabaza, el pan y el huevo cubano solo
se dan en Washington? ¿Cómo explicas, amigo argentino, que en una isla
rodeada de mar la sal escasea; cómo explicas que en el país rey de la
producción de azúcar ese producto lleve más de 40 años reducido a la
población en pequeñas cuotas por la libreta de racionamiento? Se puede
decir una mentira un día, pero al decirla todos los días los otros se
dan cuenta y el tiro te sale por la culata. El principal "bloqueo" de
Cuba ha sido interno y es el que ha ejercido el gobierno vitalicio y
extremista.

Con las razones anteriores he explicado la afonía de la sociedad civil
de Cuba sobre el tema del embargo norteamericano. Solo faltaría
responder la parte personal: defiendo el derecho de un país de hacer lo
que desee. Sin embargo, soy incapaz de expresar la fábula de que el
embargo norteamericano ayuda a la libertad de Cuba. Todo lo contrario.
Ha regalado un pretexto más a La Habana –aparte de los que ellos
inventan– para atrincherarse, confundir y venderse ante el mundo como
víctimas. Es además un punto negativo contra la disidencia y los
exiliados en el sentido que supone que tenemos que forzar el cambio en
Cuba a la fuerza económica porque no tenemos ante el pueblo ideas o
argumentos sólidos para hacerlo por convicción entre todos.

¿Quieres más claridad del bosque, amigo argentino? El embargo está
todavía vivo no por los genuinos norteamericanos que lo quieren
levantar, sino por culpa de Fidel Castro y por la presión electoral
(contribución económica) de una apasionada y poderosa minoría cubana en
Estados Unidos que fuerza a sus representantes electos a que aparezcan
ante el mundo como tontos políticos en Miami y en Nueva Jersey.
Obviamente nadie cree que todos en el régimen de La Habana son talibanes
pero tienen miedo a salirse del plato. Tampoco nuestros políticos
exiliados de origen cubano son obtusos. Falso. Cien veces falso. Es
maniobra electoral. Son inteligentes pero el procedimiento los obliga a
ser actores. Esas dos minorías de las dos partes –unos por votos y otros
por terror– son el coágulo de sangre que cierra las arterias de Cuba y
la tienen estancada.

http://www.elnuevoherald.com/2012/06/07/1222200/oscar-pena-el-bosque-del-embargo.html

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